Las tarjetas de presentación son tan antiguas como la historia misma, desde los anillos que daban los Reyes a sus Ministros, hasta la tarjeta de bolsillo que hoy conocemos, todos hemos tenido alguna en nuestra mano.
Las nuevas tecnologías de las comunicaciones han modernizado muchos aspectos de la publicidad, pero lo que no puede hacer la era digital es permanecer físicamente junto a tus clientes, como un recordatorio tangible de la solidez y seriedad de tu empresa u organización.
Una tarjeta de presentación se queda trabajando mientras tu descansas; ya sea en el cartera, agenda, maletín o escritorio; este pequeño dispositivo garantiza que aun perdiendo su perfil en las redes sociales, cambiando su correo, o dejando caer el teléfono en el wáter, tus clientes no perderán la información de contacto que le has suministrado.
Es por eso que las empresas más sólidas la tienen, porque mientras más sean las vías por las cuales tu marca llega al comprador, mayores serán las posibilidades de que éste, o alguien de su entorno, terminen interactuando con tu proyecto, negocio o servicio.
¿Pero cuál es la tarjeta indicada?
En el mercado encontrarás muchos principiantes que ponen muy poco empeño en sus servicios, no son profesionales del diseñografico y al no tener los conocimientos de redaccioncreativa el producto final no tiene efectividad, es por eso que debes escoger a un proveedor que sepa proyectar el branding de tu marca u empresa.
¿Ya lo tienes? –Qué éxito…
Y si no lo tienes, qué esperas para probar con nosotros…
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